sábado, 21 de septiembre de 2013

Desde el juego hasta vos

Hoy la noche me envuelve en un mar de angustia y de amor. Hoy la noche me dice que mañana no saldrá el sol. Ella se encuentra pendiente de pasión desde que se cortó nuestra cadena cuando se nos quemó con el sol.
Hoy veo la luna desde una ventanilla, sigo mientras veo al mundo pasar, pero sin tu rostro ya no tengo porque jugar. Y se me apagan las luces y se me enciende el temor, mirando por el espejo retrovisor, cuando veo que ya no me queda ni el reflejo de tu amor. Me miento sin pudor porque sé que nunca alcance a tenerte ni sentí tu calor.
Esta noche se presenta vacía. Me siento tan sólo que no se como podré levantarme sin tomar otro trago de alcohol. Y es que a esta altura es mi única solución: ten piedad de mi y tráeme a la vida, devuélveme todo lo que soy.
Otra noche fría se acerca porque no puedo aferrar más mi vida a una simple ilusión. Ya no puedo explicarme porque no siento tu dulce pasión que se asemeja a la miel, tan llena de sabor. Y es que sin tu amor jamás podré terminar este partido. Jamás podré embocar la 8 que acabe con la tristeza de mi corazón. Pero esta noche te la transformo en poesía. Solo la transformo para vos. Y es que tu no comprendes que vivo solo por tu interior, que la razón se acabo para darle paso al corazón.
En esta oscuridad ya no pienso, solo sé que muero por vos. Y aunque no lo veas, sé que algún día tendré valor para hacerte llegar toda mi pasión.
Otra vez más me enloquezco y me pierdo en este río sin control. Ya me olvide quien soy, de mis sueños, que te los robaste tu, con esos hermosos ojos color marrón. Una y otra vez te diré que bajo la luna pasaré siempre, y aunque al otro día no pueda ya ver el sol brillar, sé que algún día volverá a estar acá, porque creo que algo más nos hará reencontrar.
Una, dos, tres, y quizá cuatro cervezas más tendré que bajar, para sentir esa suavidad que me hace recordar a tu perfecta piel que alguna vez me hizo volar. Sé que se acabó, aunque siempre vivirá en mi la esperanza que no entiende de razón, aunque haya sido nuestra última noche sin decirte adiós.
Sin embargo un día le pediré a Dios que me de los motivos: me desgarra el amor. Y en algún momento te diré que sos más que un instante de calor: sos todo lo que quiero para ser mejor. Pero mientras tanto viviré recordándome que el temor otra vez le gano a mi corazón.
Te perderé (es probable), aunque nunca te haya ganado. Quizá consumí mi última frase sin que la escucharas. Así demostré que siempre fui y seguiré siendo un "cagon" y por eso no te pude declarar todo lo que siento por vos. Me quedará solo un perdón, y seguramente será eso lo que hace que no te merezca. El reflejo mostró que el destino se marcó y justamente no dice que yo debo estar cerca de tu voz, cerca de tu aliento, de tu respiración. Y eso me duele porque te necesito con locura para que le des circulación a todo lo que soy.
Hoy la noche me vuelve a atrapar, a las 5.32, escribiendo para sentirme más cerca del sol, de aquel que como ya dije, no volveré a ver brillar. Y está no será sólo una noche más, sino que será el día que quizá deba abandonar tu amor, para refugiarme en el dolor. Te pediré disculpas por no tener valor, transformando mi noche de juego, en una poesía para vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario